Historias
Antoniovoluntario
6 Abr 2021

«El grupo ahora tiene más salud en todo los sentidos»

Antonio participa como voluntario del proyecto Activando Salud desde hace meses apoyando la facilitación de sesiones de sensibilización mediante metodologías creativas, vivenciales y participativas.

En Farmamundi estamos muy contentas de poder contar con Antonio y, por eso, hemos querido entrevistarle para que tú también le conozcas.

Hola, ¿quieres presentarte?

Antonio: Claro, mi nombre es Antonio y soy voluntario de Farmamundi, entre otras cosas (risas) 

¿Desde cuándo eres voluntario? y ¿por qué?

A: Desde Octubre del 2020, fue de manera circunstancial y casi accidental (risas), comencé con una colaboración entre Farmamundi y la MOEBIUS en un proyecto sobre equidad de género a través de herramientas artísticas. Me gustó mucho la experiencia de trabajar con jóvenes y adolescentes, y de ahí me enganché al proyecto Activando Salud, apoyando en la facilitación de sesiones en dos de los institutos participantes: IES Pedro Jiménez Montoya (Baza) y CDP Santa María de los Ángeles (Málaga).

IY después de todos estos meses ¿qué es para ti Activando Salud? 

A: Ahora entiendo la salud no solo como la ausencia de enfermedad, sino que es algo que podemos relacionar con el medio ambiente, las emociones, las relaciones sociales, las dotaciones que nos ofrecen instituciones, administraciones y colectivos.

Es un concepto muy amplio y las personas somos protagonistas y responsables de nuestra salud. Además el proyecto promueve la salud desde la creatividad y el arte, e invita a la juventud a activarse observando su entorno, reflexionando y compartiendo esta visión con su comunidad. 

«El proyecto promueve la salud desde la creatividad y el arte, e invita a la juventud a activarse observando su entorno, reflexionando y compartiendo esta visión con su comunidad».

Antonio, voluntario de activando salud
¿Y cómo viven este proceso la juventud participante?

A: Pues mira, hoy precisamente venía pensándolo en el coche. Nos hemos acercado a los activos de salud de muchísimas maneras. Hemos analizado y explicando el concepto en profundidad, y hemos hecho juegos y dinámicas a través de mapeos en su entorno más cercano con fotografías, realizando encuestas a la comunidad o con la propuesta del tendedero de los deseos… y te das cuenta, que todo esto va influyendo en ellos y ellas, se van empoderando, cada vez participan más, y se crea un ambiente en el aula mucho más respetuoso, aceptando la diversidad y la variedad de opiniones. Me parece que han ido creciendo con el proyecto y que el grupo ahora tiene más salud en todo los sentidos.

Tras la experiencia del trabajo de calle, ¿cómo piensas que esto puede repercutir de forma directa en los barrios diagnosticados?

A: El contacto que tuvimos con las personas del barrio o del pueblo es muy corto y el tiempo es limitado. Aún así, se brinda la oportunidad de que las personas participantes se acerquen a su realidad más próxima, rompan barreras de la timidez y saquen su potencial como agentes de salud. 

¿Y cómo reaccionaban las personas que viven en esos barrios?

A: Tenemos tendencia a no pararnos, pensamos que nos quieren vender algo, pero normalmente escuchaban y participaban con gusto, sobre todo cuando se les informaba que éramos de un instituto.

También es destacable la generosidad de algunas personas que se han implicado contándonos muchas cosas que nos han resultado muy útiles para la actividad y han querido retratarse para formar parte de los fanzines.

Cuéntanos algo que te llevas de tu voluntariado en Farmamundi

A: Sobre todo me llevo el encuentro con las y los jóvenes, y cómo el humor es una herramienta muy útil para llegar a ellas y ellos. Esto me ha sorprendido, cómo se facilita la participación de algunas personas que no estaban abiertas a través del sentido del humor y el juego, pues se rompen las barreras iniciales.

Muchas gracias, Antonio, por la entrevista y por acompañarnos en el proyecto. 

A: A tí siempre (risas).